Exigencia extrema, cinco horas y media de bicicleta y otro paso más de Gilabert
Una jornada infernal, un día de épica de los que ponen al límite al cuerpo y que revolucionan una carrera. Tras casi cinco horas y media de bicicleta para el ganador y con importantes diferencias entre los ciclistas, que cruzaron la línea de llegada de uno en uno, el Giro del Valle de Aosta celebró este sábado su etapa reina con triunfo para el italiano Sergio Meris (Colpack), con liderato para el irlandés Darren Rafferty (Aexon) y con otra buena actuación de Arnau Gilabert, vigésimo segundo en el incomparable enclave de la Val Clavalité a 10’13” del ganador. El barcelonés se sitúa en la decimonovena plaza de la general, a 14’36”.
De la dureza del día, 4.700 metros de desnivel positivo, baste señalar que solo 26 corredores habían cruzado la línea de meta cuarto de hora después de que lo hiciera el ganador. Una etapa en la que una fuga numerosa, doce ciclistas, se configuró en el primer tercio con la presencia del tercero en la general, el irlandés Rafferty. A la base de Chapremier, 8,5 kilómetros al 9,4%, la fuga llegaría con más de siete minutos sobre el grupo del líder. Y en la ascensión se destacarían Jonathan Vervanne (Soudal-Quick Step), Aviv Bental (Israel), Mauro Brenner (DSM Dev), Darrern Rafferty (Axeon) y Sergio Meris (Colpack), un quinteto que se seleccionaría en la subida posterior y definitiva.
Este domingo, el Giro del Valle de Aosta acabará a los pies del Monte Cervino con otra etapa de alta montaña y gran exigencia. Sobre la penúltima fracción, Arnau Gilabert señala camino del hotel: “Se lo explique a quien se lo explique, me resulta imposible describir con palabras la locura de hoy. He llegado a meta pensando que iba como mínimo el último, pero estaba en torno a los veinte primeros. Una locura de etapa. No sé cómo puedo describirla”.
[? @GiroVdA]
