Una jornada de locura en la Clásica de Ordizia
95ª Prueba Villafranca-Clásica de Ordizia
25 de julio: Ordizia-Ordizia (165,7 km)
La Ordiziako Klasika dio otro paso hacia su siglo de vida con una edición marcada por la altísima velocidad desde el pistoletazo inicial en la que el Mitchelton-Scott, a priori gran favorito para el triunfo con Simon Yates, firmó un doblete con el australiano Robert Power y el británico, primero y segundo en la Gudarien Etorbidea de Ordizia. El sevillano Juan Pedro López fue el primer corredor clasificado del Polartec-Kometa. El andaluz y el neerlandés Kevin Inkelaar llegaron en el grupito principal que alcanzó la meta, a ocho minutos y medio del ganador.
El Polartec-Kometa buscó poder integrarse en la fuga buena, una fuga que tardó en consolidarse en el marco de múltiples intentos. “Se ha ido a un ritmo altísimo durante todo el día, todo el día a tope. Y la primera subida a Abaltzisketa ha sido muy rara, con apenas veinte o treinta corredores, como mucho coronando. Se iba con el pulso por las nubes casi de salida”, explica López. Juanpe concluyó en la vigésima plaza, a 8:35 del ganador, y fue el tercer mejor corredor sub23 de la prueba.
El murciano Miguel Ángel Ballesteros ha intentado integrarse en un primer intento de fuga donde ya se asomaba Yates que no fructificó y, acto seguido, trabajó junto a Juan Camacho, Diego Sevilla, Awet Habtom e Isaac Camacho en cabeza del pelotón para cerrar el hueco con respecto a un intento posterior donde la formación madrileña no había logrado tener presencia. El objetivo estuvo cerca. La media del día superó los 43,8 km/h.
“Se ha ido muy, muy rápido las cuatro primeras vueltas. Tardó mucho en gestarse en la fuga, pero al final con los equipos más fuertes han sido los que han acabado consolidándola”, aporta Inkelaar, que acabó en la vigésimo primera plaza, justo por detrás de su compañero. López e Inkelaar rodaron juntos en las últimas vueltas, un apoyo mutuo y constante. Más atrás, a 14:22, entró el manchego Isaac Cantón.
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