Testigos directos de una jornada histórica para el ciclismo, un ejercicio de superviencia

56ª Tirreno Adriático
Etapa 5: Castellalto-Castelfildardo (205 km)

A veces se escucha que las fugas son fáciles de coger, que son fruto de pactos, que determinados equipos o corredores dejan hacer… En la ruta hacia Castelfilardo, una pelea feroz por formar la escapada. Una labor infructuosa hasta que la etapa, de inicio frenético, había consumido prácticamente 50 kilómetros. Una fuga con nombres ilustres, en la que peleó el EOLO-KOMETA por estar. Pero su gestación fue compleja, muy difícil. Y su ventaja, una vez nacida, nunca superior a los cuatro minutos. Un día de lucha constantes bajo climatología adversa.

Y al llegar al circuito final, el de los muros, el de las cuatro vueltas al mismo, un infierno de Dante. Frío. Lluvia. También viento. Un ejercicio de supervivencia. Una revolución con la firma de los hombres de la general o los ilustres del pelotón. Ganó el neerlandés Mathieu Van der Poel. Posiblemente sentenció la general el esloveno Tadej Pogacar. Diferencias enormes. Casi 14 minutos después de Van der Poel solo habían llegado a meta 31 ciclistas.

Vincenzo Albanese: “Hoy en la primera parte teníamos el objetivo de ir en la escapada, pero como hemos visto hemos hecho la primera hora a casi 60 km de media. Lo intentamos pero fue muy difícil. Luego, en la segunda mitad fue una carrera que pasará a la historia porque no faltó nada: frío, agua, viento, subidas. De hecho, hemos llegado uno a uno, ha sido muy duro: pero este esfuerzo nos vendrá bien en las próximas carreras”.

Mark Christian: “Duro, duro, realmente duro. Ya han pasado dos horas desde que llegamos, me he duchado… pero todavía no puedo apretar los puños y sigo teniendo las manos frías. Muy difícil. Cada metro que pasaba pensaba que era un metro menos lo que me separaba de la meta. Muy duro”.

Este lunes, la sexta etapa conecta Castelraimondo con Lido di Fermo sobre 169 kilómetros que son la última oportunidad para los aventureros y para los velocistas. El trazado no es fácil e invita a las escaramuzas. Otra jornada para pelear.

[ Maurizio Borserini (1), PhotoGomezSport (2)]