Riccardo Verza también coge la fuga y acaba la jornada como el ciclista más combativo
42º Vuelta Ciclista a Burgos
Etapa 2: Castrojeriz-Villadiego (168 km)
Subir al podio siempre es importante. Supone el broche de oro a un trabajo bien hecho. Una mayor visibilidad. Una mayor exposición. No hay que ahondar mucho en la doble importancia que le supone a una estructura de categoría continental frente a la concurrencia WorldTour y Continental Profesional. Tal fue el caso este miércoles. Diego Pablo Sevilla lo acarició el martes peleando por la montaña. Pero en la segunda etapa de la Vuelta a Burgos, una jornada sin dificultades montañosas pero sí sus buenos repechos, el italiano Riccardo Verza acabó siendo reconocido como el corredor más combativo de la jornada.
Pudiera haberse llevado el premio Kiko Galván, del Kern Pharma, en fuga por segundo día consecutivo y ofensivo en los estertores de la escapada; o Joel Nicolau, del Caja Rural, el último de los cinco aventureros. Acaso pesó que Verza peleó por reengancharse a la cabeza de carrera cuando el quinteto mutó en trío a 26 kilómetros para el final y con el pelotón a 40 segundos. Lo cierto es que, en un gran cierre a su gran jornada, Verza subió al podio. Los cinco aventureros, más de 140 kilómetros de fuga, hicieron méritos para ello.
Entre Castrojeriz y Villadiego, Verza, Galván, Nicolau, Ángel Fuentes (Burgos-BH) y el italiano Alessandro Fedelli (Nippo-Delko) conformaron de manera temprana el quinteto que rodó escapado hasta que la carrera entró en los últimos quince kilómetros. Ante un pelotón con el Bora-Hansgrohe del líder tirando, en una jornada sin mucho viento, la ventaja de los cinco aventureros se movió durante muchos kilómetros entre los cuatro y cinco minutos de margen. En los últimos cincuenta kilómetros de etapa, el pelotón incrementó su ritmo y rebajó la desventaja a dos minutos y medio.
Dentro de los treinta kilómetros finales esa renta ya estaba por debajo del minuto y sólo el movimiento ofensivo de Galván revitalizó algo la fuga para mantenerla una decena de kilómetros más, ya sin Ángel Fuentes en liza. La escapada fue definitivamente cazada dentro de los quince kilómetros finales, en un repecho que comenzó a hacer estragos un pelotón que se partiría en otro repecho posterior, dado alto ritmo, ubicado dentro de los últimos cinco kilómetros. De los 1335 metros de desnivel acumulado que le salieron a Verza en su ciclocomputador, unos cuantos se concentraban al final.
“La verdad es que no me esperaba el premio al ciclista más combativo, pero me hace muy feliz. Sobre todo por el tipo de carreteras que tuvimos que enfrentar durante todo el dia, un recorrido muy largo, todo el día hacía arriba y hacia abajo”, explica el propio Verza. El italiano pudo volver a conectar con la cabeza de carrera cuando en la fuga se desató alguna hostilidad: “Estaba atrás cuando pasó, pero afortunadamente tuve las piernas suficientes para poder tapar ese hueco”. La segunda etapa de la Vuelta a Burgos se resolvió al sprint, con victoria para el colombiano Fernando Gaviria (UAE).
Gaviria se impuso con autoridad en un final donde la finosomía del pelotón estuvo condicionada por un repecho cercano a meta y por una caída en la última curva. Alejandro Ropero (33º en meta, primer clasificado del equipo), Antonio Puppio y Alessandro Fancellu lograron cruzar la meta en ese primer grupo, avalados por el trabajo de sus compañeros en los kilómetros previos. “A cinco kilómetros del final había un repecho que lo ha cortado todo”, apunta José Antonio García. La general sigue sin grandes cambios. Antonio Puppio se mantiene como el primer corredor del Kometa-Xstra Cycling Team en la general.
… Y este jueves, objetivamente un etapón. En el universo de los amantes de las ascensiones y su plasmación gráfica la comunidad de Altimetrias.com es toda una referencia. En su web y en su foro vienen compartiendo desde hace varios años algunas dificultades orográficas que, con el tiempo, llegan al ciclismo competitivo profesional. El del Picón Blanco, el primero de los finales en alto de esta Vuelta a Burgos, es otro buen ejemplo. La carretera de acceso a una antigua instalación militar ubicada a más de 1.500 metros de altitud es una subida muy exigente. En sus 8,5 kilómetros, su pendiente media supera el 9%, cuenta con tres kilómetros por encima del 10% y unas rampas máximas del 18%. Un final muy difícil para una etapa de 150 kilómetros con un recorrido muy engañoso por las comarcas de Páramos, Sedano y Las Loras y, sobre todo, Las Merindades.
? Ricardo Ordóñez (1 y 4), Captura TV (2), Santi Otero (3).