Quedadas virtuales durante el confinamiento para ejercitarse juntos
El bloque, el colectivo, siempre ha sido algo muy valorado dentro de la Fundación Alberto Contador para sus diferentes estructuras deportivas. Por ser la primera de las formaciones que vio la luz, en 2013, y por su firme vocación formativa, lo grupal cuenta un predicamento especial en la fundación juvenil. Estos tiempos de confinamiento debido al estado de alarma decretado en el marco de la lucha contra la expansión de la pandemia del coronavirus no son fáciles para gestionar ni lo físico ni lo anímico en los corredores. Pero las nuevas tecnologías emergen como grandes aliados para mantener viva esa llama de la unión y la amistad.
Un último ejemplo tuvo lugar durante este Viernes Santo de 2020 tan especial. Todos los integrantes del equipo júnior organizaron una pequeña quedada a través de una plataforma de videollamadas durante la que compartieron sesión de entrenamiento e intercambiaron experiencias y confidencias. Buen rollo en tiempos de confinamiento. Soluciones para seguir en la brecha más allá de las carreras. Un encuentro de toda la plantilla donde no faltaron danto pedales el preparador físico Jorge Ramos y el director Guillermo Gutiérrez.
“Siempre nos hemos caracterizado por el trabajo en equipo, por el compañerismo. Son cosas que se pueden potenciar mucho en las concentraciones y en las carreras, en la convivencia y el ambiente que genera. En el día a día, en la semana a semana, en suma. Con el calendario parado, esto no es posible. Pero esa conciencia de equipo sigue existiendo. Es una forma magnífica de mantener la unión. Los chicos estaban encantados”, aporta Guillermo Gutiérrez. El director cántabro, otra consecuencia del confinamiento, celebró este sábado 11 de abril un cumpleaños diferente.
“Sinceramente pensaba que esta situación me iba a resultar mucho más difícil y, sobre todo, aburrida; pero está siendo todo lo contrario”, destaca el valenciano Pablo García sobre estas jornadas de confinamiento. “Se me está pasando rápido entre rutinas. Al final te organizas con las tareas del instituto y los entrenamientos de Jorge. Cuando te das cuenta te queda un ratito para jugar con los amigos con la PS4, que estos días también está haciendo su papel”.
En relación al entrenamiento grupal, García prosigue: “Es una muy buena idea porque así seguimos todos en contacto. El trabajo de rodillo normalmente se hace interminable, pero con iniciativas como ésta se pasa rapidísimo, aderezado con las anécdotas de estos días que nos vamos contando. Pero también nos encontramos en otras plataformas, como Zwift, donde nos conectamos varias veces por semana los que tenemos la aplicación y nos juntamos para hacer alguna carrerita.
“Ha sido muy divertido”, aporta desde Alicante Pedro Beneit. “No estamos acostumbrados a entrenar en el rodillo y el hecho de ver a tus compañeros en sus casas sudar con las indicaciones de Jorge se hacía hasta divertido. Fue un entrenamiento muy ameno. Estuvimos alrededor de una hora y media haciendo series de fuerza para no perder todo el trabajo hecho hasta ahora. La parte que personalmente más me gustó fue la de ver al director sufriendo encima de la bicicleta. Bromas aparte, dentro de la situación en la que nos encontramos, estos ratos de risas con los compañeros, haciendo lo que más nos gusta, no tienen precio”.