Pelea, constancia, sacrificio, progresión y también mala fortuna rumbo a Gualdo Tadino
56ª Tirreno Adriático
Etapa 3: Monticiano-Gualdo Tadino (219 km)
La etapa más larga, la aventura más intrépida. Y el eterno pulso entre el pelotón feroz y los valientes sin complejos que buscan explorar sus opciones de gloria adelantándose a las fortalezas ajenas. La jornada maratón de esta edición de la Tirreno Adriático acabó resuelta al sprint, pero hasta que esa llegada fraguó el protagonismo recayó en una fuga de cinco ciclistas que se gestó en los primeros cinco kilómetros y expiró del todo falta de tres para la meta. El EOLO-KOMETA Cycling Team no faltó a su cita con la pelea. Este viernes fue el joven neoprofesional Davide Bais quien rodó en la fuga. El de Rovereto, muy activo, coronó primero el Poggio della Croce y pasó primero en el sprint intermedio de Umbertide. En fuga más de 200 kilómetros, con un pelotón lanzado, fue cazado dentro de los diez kilómetros finales.
Bais fue el reflejo de la constancia y la actitud con la que el equipo ProTeam de la Fundación Contador afronta cada jornada. Rodó en fuga con Mark Padun (Bahrain), Tobias Ludvigsson (Groupama – FDJ) Guillaume Boivin (Israel) y Niki Terpstra (Total Direct Energie). Los cinco llegaron a contar con hasta nueve minutos de ventaja. Un hueco que invitaba a soñar, aunque el pelotón se encargó de dejar claro que era eventual cuando, antes del puerto de montaña, incrementó su ritmo en un tramo donde sopló el viento con más intensidad. En ese tramo sufrió Vincenzo Albanese, cortado temporalmente, y también sufrió en la ascensión. Dos días de fuga en sus piernas pesan, pero el líder de la montaña pudo regresar a la disciplina del gran grupo y este sábado volverá a lucir el verde durante la jornada reina.
Padun, Boivin y Terpstra perseveraron en su ofensiva ante pelotón lanzado donde aumentaba la tensión. Una caída bastante delantera eliminó de la pelea por el sprint a Manuel Belletti. Aunque cruzó la línea de meta, Belletti se iba a someter a varias pruebas para descartar alguna lesión de importancia. Entre las 47 unidades que se jugaron la victoria, triunfo para el neerlandés Mathieu Van der Poel, estaba de nuevo Alejandro Ropero. Otro paso adelante para el joven ciclista andaluz. “Ha sido un día de mucho sufrimiento”, sintetiza Ropero.
Vincenzo Albanese: “Hoy ha sido un día muy difícil para mí: más de cabeza que de piernas. Por supuesto, el cansancio de estos dos últimos días se ha hecho notar, la etapa era muy larga, y cuando aún faltaban 130 kilómetros para el final el grupo comenzó a apretar el acelerador. Fue entonces cuando me desmoralicé y empecé a alejarme porque me rendí en la delantera. Pero aguanté, Zanatta estaba en la radio y me ayudó a no abandonar, y cuanto más kilómetros pasaban mejor me sentía: cuando vi la pancarta en el último kilómetro fue como una liberación. Estoy contento de seguir teniendo el maillot verde sobre mis hombros, estoy contento del día del equipo, que una vez más ha sido protagonista con una escapada importante de Bais que se fue junto con corredores muy fuertes”.
Davide Bais: “Mi tarea hoy era coger la fuga del día, fue muy difícil pero pude marcharme con corredores muy fuertes. De hecho, siempre fuimos a tope, no escatimamos un metro y solo pudieron alcanzarme a diez kilómetros de la meta. Cuando llegué al bus me enteré del accidente de Manuel, que tuvo muy mala suerte”.
… Y llegó la hora de la etapa reina. Este sábado, final en alto en la Tirreno. Hace algunos años, la Carrera de los Dos Mares no contaba con finales así, pero en los últimos tiempos ha incluido en su menú jornadas más montañosos con final en alto. La de esta edición concluye en Prati di Tivo, un centro de deportes de invierno de los Apeninos ubicado a menos de 1500 metros de altitud. La jornada no es muy larga, menos de 150 km, pero a buen seguro será exigente por la presencia en el recorrido de varias subidas más. Además de Prati di Tivo, también puntuable es el Passo Campannelle (1299 m), catorce kilómetros de subida al 4,% de media a los que siguen casi 30 km de bajada antes de la ascensión final, otros 14 km a una media del 7%. Pero otras subidas, no puntuables, seguramente de menor entidad, pero no por ello pendientes que hay que gestionar, jalonan el recorrido como es el caso de La Forca di Arrone o la Sella di Como.
[ PhotoGomezSport (1, 2), La Presse (3)]