Pablo Uría recupera el optimismo tras descubrir que pasó una mononucleosis: “No han sido semanas sencillas”

“Al final encadenas malas carreras y la cabeza te explota. No dejas de darle vuelta a las cosas, sin encontrar un porqué. La familia y los amigos son los primeros que te animan, y los colegas de grupeta no dejan de apoyarte. Te dicen que no es normal, que tú deberías estar más adelante por piernas y por experiencia”. Habla Pablo Uría. El asturiano afronta con más optimismo el futuro después de una mala racha deportiva que, en momentos de tristeza y decepción, le ha llevado a valorar el dejar la competición en bicicleta.

El ciclista de Gijón no ha terminado de rendir en esta primera mitad del año, encadenando abandonos en la mayoría de su calendario. Finalmente, para su tranquilidad, ha llegado la explicación: unas analíticas han revelado que en los últimos meses ha pasado una mononucleosis. Las últimas pruebas, esta semana, confirman que ya está mucho más recuperado desde el punto de vista vírico y confía en poder volver a entrenarse con presteza en los próximos días.

“No han sido semanas sencillas. En la bicicleta, entrenándome, no me encontraba mal. No es que estuviera bien, como otros años, pero las sensaciones eran malas. Y en carrera era donde me encontraba peor. No encontraba el ritmo en ningún momento. Trataba de echar una mano a los compañeros y era poco lo que podía aportar. Y al final me bloqueaba. Todo el equipo ha estado siempre muy vecino, dándome tranquilidad, teniendo claro que ese no era mi nivel y que las rachas y las dinámicas vienen así”.

Queda temporada y Pablo, todo un podio en el Memorial Valenciaga hace un par de temporadas, confía en poder mostrar sobre la carretera su mayor veteranía y sus aptitudes para la escalada. “Ahora viene la temporada de las vueltas y toca trabajar muy duro para demostrar que estos dos meses ya se han quedado atrás”.