Marcel Camprubí: “Algún día me gustaría montar una empresa relacionada con el deporte, con el ciclismo”

Una de las grandes sensaciones de la temporada 2021 ha sido, sin lugar a dudas, el barcelonés Marcel Camprubí. El corredor catalán (15 de septiembre de 2001), en su primera temporada exclusivamente ciclista, concluyó segundo en los durísimos Campeonatos de España celebrados en Alicante, se anotó una victoria parcial en la remozada Vuelta a Madrid, acabó dentro del top-diez en dos carreras de la Copa de España (Trofeo Guerrita, 6º; Vigo Copa de España, 8º) y entre los quince primeros en otras cuatro (GP Primavera Ontur, 11º; Memorial Pascual Momparler, 12º; Memorial Valenciaga, 13º; Santikutz Klasika-Legazpi, 15º).

Camprubí procede del universo del triatlón, donde ya competía como cadete, pero una lesión de la que no terminó de mejorar fue la que poco a poco consolidó su presencia en la disciplina de las dos ruedas. “Empecé en el triatlón en tercer curso de la ESO o así, porque dos de mis amigos lo practicaban. Por estar con ellos también, un día me animé. Y al final me gustó. Competí sobre todo a nivel catalán. A nivel internacional solo tomé parte en una prueba clasificatoria para unos Juegos de la Juventud, pero no logré plaza. Cuando hacía triatlón competía con el Natació Barcelona y ya entonces algunos sábados salía con alguna que otra grupeta. Los de Smartdry me ofrecieron correr con ellos, hice un par de sociales y ahí empecé a ver que me gustaba de verdad. Ya lo siguiente fue irme al Antiga Casa Belsola sub23”, recuerda.

Su primer año exclusivamente ciclista concluyó con interesantes actuaciones. “La verdad es que este año en el que me he centrado más no ha salido nada mal. El subcampeonato nacional fue un gran resultado, pero luego he tenido bastante regularidad y he completado muchos puestos entre los veinte y los treinta primeros. Tras los nacionales, sí se interesaron por mí varios equipos. Yo entonces estaba algo indeciso y el tema se apagó un poco. Cuando gané la etapa en la Vuelta a Madrid, de nuevo se revitalizó ese interés. Al final, lo que quería era ver las mejores opciones para pelear por dar el salto al profesionalismo algún día. Creo que con la Fundación Contador es así”.

Cuestionado sobre lo que más le ha sorprendido de la bicicleta con respecto al triatlón, el catalán señala: “La dureza. El del triatlón y el del ciclismo son dos sufrimientos diferentes, son dos ejercicios de supervivencia distintos. El triatlón es un sufrimiento mucho más relacionado con la respiración a tope y el corazón al máximo. En el ciclismo tienes que aguantar mucho la fatiga y cuando abres gas para ir a tope, cuando llega el momento clave, ya vas reventado del acumulado de esfuerzos”.

A Camprubí hay una subida que le gusta especialmente: el Rat Penat. “Sobre todo porque es muy diferente a cualquier otra subida y porque tiene unas vistas espectaculares sobre el Mediterráneo. No es ninguna broma, y de hecho cada vez que lo subo maldigo todo lo maldecible, pero también se ajusta bastante a mi perfil como ciclista y tengo que reconocer que me gusta”. “¿Qué tipo de corredor soy?  A veces digo que voy bien subiendo, otras creo que voy mejor llaneando… lo cierto es que un sprinter sí que no soy”, explica.

El nuevo corredor del EOLO-KOMETA Cycling Team sub23 es otro ejemplo de ciclista que compagina la bici con los estudios. “¡Soy de los que me sacaré la carrera en diez años!”, bromea. “Estoy cursando Ciencias Empresariales en la Pompeu Fabra. Lo llevo bien, pero voy despacio, poco a poco, cogiendo menos créditos. La carrera me gusta, aunque siempre hay asignaturas con las que tienes más afinidad que otras… En mi día a día pienso en ideas, en posibles negocios, que si una marca de nutrición, que si una marca de potenciómetros… Desde luego me gustaría montar una empresa relacionada con el deporte, con el ciclismo. Es muy inspirador que Alberto Contador, por ejemplo, tras una carrera tan exitosa como profesional, y todo lo que ha hecho, ha sido capaz de montar una empresa de bicicletas”.