Lugano, primera experiencia suiza y última piedra de toque preGiro
72.º Gran Premio Città di Lugano
El Gran Premio Cittá di Lugano será este próximo domingo 3 de junio el siguiente reto competitivo de un Polartec-Kometa que afrontará la primera competición en tierras suizas de su joven historia. La formación madrileña, que permanece concentrada en la localidad italiana de Bormio desde el martes 30 de mayo, será la única escuadra española que acudirá a la prueba helvética en 2018. Y lo hará con los italianos Matteo Moschetti y Michele Gazzoli, el luxemburgués Michel Ries, el austriaco Patrick Gamper, el colombiano Wilson Peña y los españoles Diego Pablo Sevilla y Juan Camacho.
Una prueba especial en un enclave especial. La de Lugano es una ‘gara’ creada como tal en 1981, si bien la pasión por el deporte de la bicicleta que se vive en esta área italoparlante de la Confederación Helvética se manifiesta en algunos antecedentes, directos e indirectos, que bajo otras fórmulas competitivas comenzaron a organizarse en esta población desde la década de los años 30 del siglo XX. Una suerte de gran premio ciclista llamado Premio Bar Maxim ya se puso en marcha en esta urbe del Cantón del Ticino en 1937, si bien no tendrá continuidad organizativa hasta pasada la Segunda Guerra Mundial.
Incluso ya bajo su fórmula actual, la prueba impulsada por el centenario Velo Club Lugano volverá a disputarse hasta en cuatro ocasiones sólo para corredores aficionados (1997-2000). Entre medias, paralelamente, y más allá de las experiencias ‘arcobaleno’ de la cercana Mendrisio, otra muestra de la pasión ciclista que aquí se vive, Lugano ha sido sede y escenario de dos campeonatos del mundo de ruta: en 1953, cuando se impuso Fausto Coppi; y en 1996, con éxito dell belga Johan Museeuw.
El Gran Premio de Lugano no es una prueba cómoda. Su distancia, 186,4 kilómetros resulta engañosa, toda vez que las ocho vueltas que el pelotón tendrá que afrontar en un exigente circuito de 23,3 kilómetros no serán en absoluto sobre un terreno plano. La ascensión a la conocida como Collina d’Oro y el repecho de Bora de Bessa, en Gentilino, alimentarán un desnivel final superior a los 3.000 metros. Siempre importante, en los últimos años el dominio italiano en el palmarés ha sido capital. De hecho, las últimas siete ediciones han sido ganadas por corredores transalpinos. Y curiosamente Ivan Basso, team mánager del Polartec-Kometa, que acompañará a sus pupilos en la prueba, ganó esta carrera en 2011.
También ha sido de la partida en alguna edición el director deportivo de la formación Dario Andriotto. “Es una carrera muy relevante. Antes se organizaba en otras fechas más tempranas, pero independientemente del cambio mantiene su notoriedad. Para el Polartec-Kometa es especialmente importante, ya que es la última competición antes del Giro de Italia sub23. Habrá un nivel muy alto, como siempre que acuden equipos WorldTour, y a los chicos les va a permitir mejorar su estado de forma. Tenemos corredores para afrontar las circunstancias de carrera que se planteen, con un Matteo Moschetti que llega en forma tras haber hecho una buena preparación de cara al Giro en caso de volata, o un Michel Ries que viene muy bien de Aragón y L´Ain y puede meterse en los cortes. Creo que el Polartec-Kometa será protagonista”.
“Va a ser muy difícil que se dé un sprint puro”, reflexiona el italiano Michele Gazzoli, quien regresa a la competición y será otra de las grandes bazas del equipo. “El último de los muros va a romper la carrera y, a lo sumo, conseguirá llegar un grupito muy reducido”. “La experiencia va a ser muy positiva”, aporta por su parte el manchego Juan Camacho; “después de casi un mes sin competir, será una carrera que me va a venir muy bien de cara a preparar los Campeonatos de España. Y el circuito tiene muy buena pinta. Un circuito de Mundial”. La velocidad de Moschetti y Gazzoli serán dos bazas por la que apostará un Polartec-Kometa que, más allá de hipotéticas volatas, no quiere dejar pasar la oportunidad de dejarse ver y ser protagonista en el desarrollo de la competición.
