López resiste en la dureza de Chera y Ries se ve lastrado por una avería mecánica
70ª Vuelta a la Comunitat Valenciana
Etapa 3: Quart de Poblet- Chera (194,3 km)
El lebrijano Juan Pedro López protagonizó un nuevo paso adelante en la clasificación general de la Vuelta a la Comunitat Valenciana después de llegar con el grupo cabecero a las proximidades del exigente final en Chera, en cuyas ascendentes y reviradas calles se decidió una victoria parcial que fue para el belga Greg van Avermaet (CCC). El clasicómano flamenco batió al italiano Matteo Trentin (Mitchelton-Scott) y a los murcianos Luis León Sánchez (Astana) y Alejandro Valverde (Movistar). Muchos quilates en una pelea con multitud de microcortes, y su consecuente goteo de segundos, tras la que sigue líder el noruego Edvald Boasson Hagen (Dimension Data).
López acabó en la 41ª plaza, a 19 segundos del ganador; una mínima pérdida de tiempo que se concretó en los últimos compases de un final loco, nervioso e intenso. Su perseverancia le permite ascender hasta idéntica plaza de la general (41º) y le consolida como el mejor clasificado entre los corredores del Kometa Cycling Team en la Vuelta a la Comunitat Valenciana. El italiano Stefano Oldani, que cedió 5:18, y el luxemburgués Michel Ries, 7:41, fueron los siguientes en llegar a la meta en Chera. Ries se vio perjudicado por una inoportuna avería mecánica a unos ocho kilómetros del final que le impidió llegar en el grupo delantero cuando formaba parte de él.
Una etapa de gran exigencia y ni un metro llano en la que la formación madrileña trató de tener presencia, al igual que en la etapa del jueves, en la fuga que acabaron finalmente protagonizando diez corredores. No fue posible, la escapada acabó amasando casi tres minutos de ventaja a la altura del kilómetro 25 de etapa y a partir de ahí los corredores se centraron en rodar lo más juntos posibles, protegiendo a López, Oldani y Ries de cara a un complejo final de etapa endurecido por los intereses de formaciones WorldTour, con gran protagonismo del Astana en ese desempeño. A ocho kilómetros de la llegada, esa numerosa fuga pasó definitivamente a la historia tras 170 de aventura y ninguno de los conatos posteriores logró abrir un hueco fundamental.
“Un final muy, muy duro. Se me abrieron por delante a un kilómetro de la cima de la última subida, quedarían unos tres kilómetros o así para la meta. Me costó un mundo enganchar, pero al final conseguí cerrar el hueco como a un kilómetro de la llegada. Pero ya iba reventado”, comenta Juanpe tras una jornada en la que gana dieciocho posiciones en la general. “Hoy he tenido mejórese sensaciones que ayer. He estado a punto de coger la fuga buena, pero al final no ha habido suerte. Así que he estado hasta la última subida intentando arropar a Juanpe y Ries. En general, contento. Este sábado viene otro día de montaña donde se va a decidir la carrera”, explica por su parte Juan Camacho.
El tremendo esfuerzo y su consecuente fatiga fue un común denominador de todos los corredores. “He llegado muerto”, sonreía José Antonio García después del que es su tercer día como corredor profesional. El ciclista granadino acabó el último, a más de 23 minutos del ganador, en un día para seguir aprendiendo y adaptándose a la categoría.
Este sábado se disputa la jornada reina de la ronda levantina. La ascensión a la ermita de Santa Lucía de Alcossebre, que ya acogiera el final de la quinta etapa de la Vuelta a España en 2017, pondrá en juego el maillot amarillo de la carrera. Serán 188 kilómetros los que separen Vila-Real de la subida final, una escalada de casi cuatro kilómetros con una pendiente media del 8,5% y rampas de hasta el 18%. Los altos de Culla (que con sus 1.050 metros de altitud será el techo de la carrera en esta edición), La Bandereta y La Serratella endurecerán un trazado complejo, lleno de pequeñas trampas no puntuables que endurecerán el desarrollo de la prueba.
