La Copa de España retoma su desarrollo con un estival compromiso pucelano
IX Memorial Ángel Lozano / Copa de España
Valladolid-Valladolid (160,5 km)
La Copa de España de ciclismo regresa a las carreteras con la celebración, este domingo, de la novena edición del Memorial Ángel Lozano Copa Valladolid. La prueba, debutante dentro de la Copa, permitirá retomar un torneo que sólo pudo afrontar sus dos primeras cita, Circuito del Guadiana y Trofeo Guerrita, y que a pesar de las reubicaciones en el calendario para las nueve citas restantes ya conoce que la Santikutz Klasika, prevista para el 27 de septiembre, no se celebrará en 2020. El sub23 Jordi López encabeza una clasificación en la que tres corredores del Kometa-Xstra Cycling Team (Álex Martín, séptimo con 100 puntos; David Martín, octavo con 95; y Vicente Hernaiz, noveno con 94) se encuentran entre los diez primeros.
El balear Joan Martí Bennassar, el riojano Arturo Grávalos, el pucelano Vicente Hernaiz, el asturiano Edu Pérez-Landaluce, el catalán Edu Rodés y los andaluces David Martín y Mario Vilches integran el ‘siete’ con el que tomará parte el plantel que dirige el toledano Rafa Díaz Justo. Para la cita pucelana, un recorrido nada fácil jalonado por siete cotas puntuables, certezas de aparición de viento y final ante la Cúpula del Milenio. Acaso sea el Alto de Portillo, una cuesta que se afronta en dos ocasiones (km 69 y km 101), un punto clave en el desarrollo de la prueba por su firme empedrado y sus grandes pendientes.
Hernaiz, reciente ganador del Trofeo San José en tierras zamoranas, competirá por las carreteras en las que afronta sus entrenamientos más habituales y como tal es uno de los grandes conocedores del recorrido que propone el Club Deportivo Pucela. “De alguna forma yo lo asemejaría al recorrido del Iberdrola, aunque con rectas más largas. Pero es ese estilo de trazado. El Alto del Portillo va a ser un punto más de desgaste que de selección y la tensión para entrar en sus pendientes va a ser muy grande. Sobre el viento, este verano está soplando todos los días y por esta zona está soplando más que por otros lados, rachas de entre 30 y 35 km/h”.
Edu Rodes, por su parte, afronta su primera competición después del parón ocasionado por la emergencia sanitaria. “El estado físico siempre es un poco una incógnita de cara a la vuelta a la competición. Los entrenamientos han ido muy bien, estoy muy contento, pero es verdad que siempre se puede notar esa falta de ritmo de competición. Aunque también creo que las ganas de volver a competir pueden con todo. Son muchas. Aunque hice el Memorial Chineta y el Trofeo Guerrita, con todo este paréntesis no hemos tenido continuidad. Eso aumenta las ganas de correr. Y también ver cómo el equipo ha seguido funcionando bien. Es un plus de tranquilidad y de motivación”, aporta el catalán.
“En Zamora aprendimos mucho y fue una semana que se nos dio bien. De cara a esta Copa hay que aplicar lo aprendido y para ello acudimos con un equipo potente para este tipo de terreno, porque tenemos compañeros a los que este trazado les beneficia. En lo personal, a disposición del equipo y de lo que me diga el director; pero también con muchas ganas de volver después del mal sabor de boca que me dejó una caída bastante dura que sufrí durante la semana zamorana y de la que ya estoy recuperado. A priori no es una carrera para mis características, pero en una prueba nunca se sabe qué puede pasar, hay múltiples situaciones de carrera y hay que estar muy concentrados desde la salida”, concluye Edu Pérez-Landaluce.