De un buen estreno en una categoría nueva y mucho estudio durante la pandemia
‘Tranquilidad’. La idea estaba muy clara ya desde la pretemporada, en la línea de otros corredores que en su momento afrontaron el mismo camino. Tal es el salto del equipo júnior al conjunto sub23. Siempre ilusionante, también necesitado de adaptación. Sin especiales presiones, con cierta libertad. Así se dibujaba el primer curso de Fernando Tercero en la categoría sub23. La pandemia y todas sus consecuencias, empero, cortaron de raíz la evolución de la temporada.
“La verdad que hace unos meses era imposible pensar que fuera a pasar algo como lo que hemos vivido estos últimos meses”, dice Tercero en uno de los primeros días del mes de junio en los que comienza, poco a poco, a salir a entrenarse por la carretera con cierta normalidad. “La sensación de los primeros días era bastante rara. Pero las ganas de volver a rodar en exterior y el paso de los días hace que enseguida vuelvan a ser normales”.
El manchego arrancó la temporada en Burguillos de Toledo, en la primera edición del Memorial Chineta, donde concluyó undécimo. Después siguió en el Memorial Manolo Sanroma de Almagro, en cuya general finalizó noveno. Estaba entre los seleccionados para la tercera prueba de la Copa de la Aiztondo Klasika. Pero llegó el parón.
“El inicio de año, la verdad, fue bastante bueno, más si cabe por ser una categoría bastante nueva para mí. Pero también es verdad que al ser un corredor de primer año esto me ha dado cierta tranquilidad en lo que a este período de confinamiento se refiere; hay menos presión que la que puede sentir gente con dos o tres años más”, valora Tercero.
Con el establecimiento del estado de alarma y las restricciones a la movilidad que afectaron inmediatamente a los entrenamientos al aire libre, el de Valdepeñas ha vivido un ciclo extraño. “En el confinamiento hubo días de todo tipo, un poco montaña rusa. Días en los que pensaba que esto parecía no tener fin. Y otros, en los que estás más animado. Por suerte estos últimos han sido los más”, aporta. “En mi zona el coronavirus golpeó mucho y de hecho el hospital de Valdepeñas estuvo funcionando al límite, por suerte nadie de mi entorno cercano sufrió ningún daño”.
Tercero, que cursa Ingeniera Técnica Agrícola en el campus de Ciudad Real de la Universidad de Castilla-La Mancha, ha aprovechado este momento para centrarse en los estudios. “Lo único bueno que le he podido sacar a la pandemia ha sido el tema de los libros. Al no haber carreras, y con entrenamientos bastantes más cortos en comparación a lo normal, he tenido más tiempo para prepararme los exámenes y sacarlos con mayor desahogo. De momento, este cuatrimestre, llevo cuatro aprobadas de cuatro exámenes. Me queda un examen el jueves [en referencia al día 4 de junio] y ya acabo”.
