Escapada y top10 de la segunda etapa de la Vuelta a Cantabria para Miguel Moreira
La segunda etapa de la Vuelta a Cantabria se disputó sobre un recorrido exigente al que la presencia de la lluvia sumó un grado más de dificultad. El equipo fue protagonista en las diferentes escapadas de la jornada con hasta cinco corredores mostrándose en dichos grupos. Finalmente Miguel Moreira fue el mejor del equipo en décima posición.
La jornada comenzó con Hugo Pradas siendo ofensivo y buscando la escapada. El madrileño protagonizó la primera fuga del día junto a dos ciclistas más que le permitió sumar puntos en varias de las clasificaciones secundarias. Óscar Orts trató de enlazar con el grupo de Pradas, pero ambos fueron neutralizados sobre el kilómetro 60 después de varios contraataques. Poco después se formaría la escapada del día. Un grupo de tres ciclistas rodaba en cabeza con Miguel Moreira y otros cuatro corredores persiguiendo. Una vez juntos, los ocho rodaron mucho tiempo en cabeza mientras que por detrás continuaban los ataques. Iván Loaisa en un terceto en el que no pudo resistir el propio Pradas e Iker Díaz en los diferentes grupos que se formaban trataban de acercarse a la cabeza de carrera. Iván Loaisa logró llegar finalmente al grupo de Moreira junto a otros seis corredores más formando un grupo que lucharía por la victoria de 15 unidades.
Ya en los últimos compases de la etapa, después de 120 kilómetros, gran parte de ellos bajo la lluvia, Loaisa tuvo que ceder aquejado por calambres. Moreira trató de llegar lo más lejos posible cuando se desataron las hostilidades y logró finalizar 10º en una jornada en la que la meta fue un reguero de ciclistas en grupos muy pequeños. Iker Díaz finalizó 21º y logró mantener su maillot de mejor ciclista cántabro.
Miguel Moreira: «La verdad es que desde el principio de la carrera no me encontré bien. Estaba en muy buena posición para jugarme la etapa pero, no ha podido ser. Todo sigue abierto y pueden cambiar muchas cosas, la carrera no termina hasta mañana al final de la etapa y todavía hay mucho por lo que luchar».
Fotografías del Alimco-Campagnolo
