La escapada de Rivi y Sevilla, la maravilla de Albanese: una Sanremo inolvidable.
¿Y ahora cómo se hace? ¿Cómo te vas a dormir como si nada hubiera pasado? ¿Cómo se puede olvidar un día como este? ¿Cómo finges que es normal? Porque no, no hay nada normal en este Sanremo: nada que se dé por sentado, nada imaginable.
¿Empezamos? Empecemos.
Vincenzo Albanese, undécimo en meta, primero de los italianos y por detrás de los monstruos sagrados de este deporte. Una maravilla casi sin sentido por lo bonita que es, en una carrera que nuestro equipo solo veía por televisión hasta hace un año.
¿Continuamos? Continuemos.
Diego Sevilla y Samuele Rivi, en fuga desde el primer kilómetro y al frente hasta a 9 del final: y esto tampoco es normal, no es normal que en Sanremo las escapadas del día lleguen tan lejos: espectáculo de colores, espectáculo en frente al público y en la TV, un espectáculo llamado EOLO-KOMETA.
Y ahora las palabras ponedlas vosotros, porque a nosotros se nos han terminado. En efecto, hagamos que las palabras las pongan ellos: a los protagonistas de hoy. A los protagonistas de un día que realmente no tuvo nada de normal.
Aparte de «Brividi»: el verdadero Festival, es este.
Samuele Rivi: «Estoy cansado, acabado. Un día bonito porque lo viví al frente, y me gusta correr estando en fuga porque se vive mejor la carrera y se disfruta más. Pensamos que le sacaríamos más tiempo, pero al mismo tiempo pensábamos que nos cogerían antes. En cambio nos pusimos de acuerdo y llegamos al principio del Poggio. Bonito, de todos modos: ahora tengo que pensar en recuperarme porque estoy realmente acabado”.
Vincenzo Albanese: «Genial, gran equipo. Genial Rivi y Sevilla, que estuvieron delante toda la carrera. Genial todos. Y luego, sí, genial también el final: no conseguí meterme en la decena, pero soy el primero de los italianos y estoy muy feliz. Esta carrera es hermosa, la he visto y soñado desde que era un niño: haber estado delante es maravilloso «.
Maurizio Borserini