“Todo el recorrido va a estar condicionado a lo que pase en el Kékestetö”
El Tour de Hungría confirmó que su edición 2020, inicialmente prevista tras la Grande Partenza del Giro de Italia desde Budapest, se disputará definitivamente entre el 29 de agosto y el 2 de septiembre. La ronda magyar fue de las primeras pruebas que anunció su aplazamiento ante el parón ocasionado por la pandemia del coronavirus, momento en el que ya mostró su intención de saltar a las carreteras de cara al otoño.
Será, no obstante, durante el verano. Y con un recorrido en esencia igual al anunciado a comienzos de año, si bien con variaciones en el orden de las etapas y algún ligero retoque en los kilometrajes. La Vuelta a Hungría pasa de los 861 kilómetros con los que contaba en la presentación de febrero a los 817. Y partirá desde Esztergom, a la vera del Danubio y junto a la frontera con Eslovaquia: originalmente la última etapa, pasa ahora a ser la primera.
La carrera concluirá con estos cambios en el techo del país. El Monte Kékestetö albergará el final de una carrera que muy presumiblemente se decidirá en sus pendientes. Márton Dina, corredor húngaro del Kometa-Xstra Cycling Team que el año pasado concluyó segundo en la general, cree que este cambio tendrá su influencia en el desarrollo de la carrera.
“La primera etapa será más masiva que la prevista. Al ser la primera etapa, todo el pelotón llega fresco. La colina del circuito no es especialmente dura y es posible que puedan pasarla muchos hombres rápidos. Antes estaba ubicada el último día, siempre influye el acumulado de los días anteriores, es posible que más gente cediera en la colina e incluso pudieran verse cambios en la general”, comenta Dina. “Con estos cambios todo el recorrido va a estar condicionado a lo que pase en el Kékestetö. Y siempre está la posibilidad de que pueda aparecer viento en las etapas llanas, aunque realmente creo que es una posibilidad más reducida para esas fechas”.
“Pensando en un corredor como Märton Dina y los intereses del equipo, creo que estos cambios nos benefician. Márton es un corredor muy diésel y en ese sentido cuando más tardía sea la etapa reina será mejor para él. Que el final en alto sea el último día nos beneficia. A priori siempre. Porque de todas formas también hay que esperar a conocer los equipos participantes, los corredores elegidos y ver también cómo focalizamos los objetivos”, aporta el director Jesús Hernández.