Alessandro Fancellu y Joan Martí Bennassar, muy atentos a los cortes en la ruta hacia Lodosa

58ª Vuelta a Navarra
Etapa 1: Estella/Lizarra – Lodosa (139,7 km).

En la jornada a priori más favorable para el sprint, hubo sprint. Pero no fue una llegada tan masiva como cabría esperar. El belga Arne Marit, corredor del Lotto sub23, se convirtió en el primer líder de la Vuelta a Navarra tras imponerse en el grupo de treinta y siete unidades que alcanzó la meta en la población de Lodosa. Un grupito en el que lograron incluirse dos representantes del Kometa Cycling Team: Joan Martí Bennassar y Alessandro Fancellu. El italiano concluyó decimocuarto; vigésimo, el balear.

El Lotto llevó el peso de la carrera durante muchos momentos. La formación belga marcaba el ritmo de un pelotón que gestionaba los hasta siete minutos que llegó a coger una fuga de tres ciclistas formada en los primeros kilómetros (dos italianos, Mattia Soprana y Gabriele Porta; un español, Abel Franco). En ese contexto, los ‘Kometa’ Yago Segovia y Alejandro Regueiro sufrieron sendas caídas y Alessio Acco tuvo que cambiar de bicicleta. El primer día de carrera siempre tiene un poso de resistencia y supervivencia.

Los italianos (toda vez que Franco se descolgó un poco antes) sería cazado a menos de doce kilómetros para el final por un grupo que venía cortado desde que la etapa ingresó en su último tercio, tras el paso por la meta volante de Berbinzana. Unos últimos treinta kilómetros donde se rodó a una altísima velocidad y en los que Bennassar y Fancellu demostraron sus cualidades rodadoras. Especialmente destacable el rendimiento del italiano, quien viene de sufrir un incidente de tráfico en su país días atrás, mientras se entrenaba, que no tuvo ninguna consecuencia de gravedad.

A 14 segundos, en un numeroso segundo pelotón, cruzaron la meta el resto de corredores del Kometa Cycling Team en esta prueba.

Este jueves se disputa una segunda etapa que unirá Pamplona con Sangüesa sobre 132,5 kilómetros jalonados por varias ascensiones la última de las cuales, el Santuario de Leyre, se encuentra a falta de catorce kilómetros para el final.  Un recorrido muy sinuoso, con más de 2.600 metros de desnivel acumulado.

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