De emociones e ilusiones en Carnago de la mano de Edoardo Alleva
No arrancaba la jornada de la mejor forma, con la baja de última hora por una inoportuna gripe de los hermanos Tommaso y Gabriele Bessega, y acabó, empero, aportando tantas ilusiones como emociones de la mano de Edoardo Alleva. En una reseñable actuación del cuarteto finalmente participante, siempre a la búsqueda del movimiento bueno en una prueba con tibia presencia de lluvia que contó con infinidad de alternativas, fue Alleva el que acabó en la pelea en los últimos kilómetros, dentro de los treinta finales, cuando demarró Federico Iacomondi y él se involucró con Kevin Pezzo-Rosola (General Store) y Matteo Milan (CTF) en su persecución.
Alleva, Pezzo Rosola y Milan rodarían siempre entre 30” y 55” por detrás de un Iacomondi que acabó haciendo buena su ofensiva. Pero en las zonas más exigentes del circuito el trío siempre lograba acercarse un poco, lo que alimentaba la posibilidad de un agrupamiento. A 9 kilómetros del final, la ventaja se ubicaba en los 38”. Dentro de los últimos cinco kilómetros el principal grupo perseguidor, el mismo que cruzó el último paso por meta a más de minuto y medio, acabó fagocitando a los perseguidores en la lucha al sprint por las otras dos plazas de podio. La grinta de Edo bien hubiera merecido un premio mayor.
“Lo hemos hecho bien”, comenta el preparador Giuseppe De María. “El recorrido era muy técnico y creo que hemos tenido un día bastante bueno hasta el final. Hemos tenido a Edoardo muy activo en la parte final y es una pena que ya en el último kilómetro les hayan cogido desde un pequeño pelotón. Ha faltado poco para hacer un bonito podio en Italia o, al menos, tener la opción de disputarlo. El equipo ha estado bien, con un buen trabajo previo durante todo el día”.
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