Luca Bagnara y las recientes grandes inundaciones: “Casi todas las cosas de la planta baja de casa son inutilizables”
Las intensas lluvias de estas últimas semanas tuvieron una especial incidencia en la región italiana de Emilia-Romagna, donde una serie de graves inundaciones provocaron múltiples daños materiales con afectaciones severas a las redes de electricidad y telefonía, requirieron de la evacuación de miles de persona y generaron lamentablemente pérdidas humanas (al menos nueve muertos y varios desaparecidos). La acción de las aguas también se dejó notar en Faenza, lugar de residencia del ciclista del equipo sub23 Luca Bagnara, que de hecho se vio afectado por los daños.
“En nuestra casa, como en otras muchas de la zona, entró muchísima agua que después se convirtió en lodo y barro. Prácticamente todas las cosas que estaban en la planta baja durante las inundaciones están inutilizables, están para tirarlas a la basura. Poco a poco hemos comenzado a arreglar un poco todo en la medida de lo posible, pero los daños han sido muy grandes. Es una verdadera lástima”, nos cuenta Luca.
Entrenarse en este contexto era un imposible, no ya por lo anímico, sino por la propia situación de las carreteras en la zona. Bagnara, de hecho, tenía previsto participar en la concentración del equipo sub23 en Segovia una vez que por fin había superado una pequeña fractura en su muñeca derecha, pero finalmente no le fue posible acudir. “La gran inundación llegó a mi zona el día 17 de mayo. En mi caso solo me quedé sin entrenarme una semana, algo menos, ya que me quedé en casa de un excompañero de equipo en Modena varios días y pude salir a rodar mientras mejoraba la situación en casa”.
“Ahora, afortunadamente, la situación ha mejorado mucho. Muchas rutas se han vuelto a abrir, muchas casas han limpiado el barro… Las carreteras en gran parte están limpias. Los mayores problemas, en este sentido del entrenamiento, están en las zonas más montañosas de la zona, que aún no son transitables porque ha habido muchos desprendimientos de terreno”, indica. “Aún queda mucho por hacer. Hay gente que ha perdido todo en estas inundaciones. No hay que olvidarles. Hay que estar con ellos y ayudarles al máximo posible”.