Ante el prestigio, la tradición y la dureza de la Bidasoa Itzulia
Hace 65 años que en la Comarca del Bidasoa, por el impulso de un grupo de aficionados, nació (entonces por agosto) una prueba que se ha convertido en toda una referencia dentro del calendario aficionado. Una prueba que llegó a ser conocida como el pequeño Tour del Porvenir en su primera época, finalizada en 1966, y que regresó al calendario en 1982 para seguir consolidándose como un vivero de futuros grandes profesionales. En los últimos tiempos únicamente la pandemia impidió, y lo hizo en dos ocasiones (2020 y 2021) que la carrera saliera a las carreteras.
En 2023 la Bidasoa Itzulia regresa con una propuesta de tres jornadas que vuelven a vertebrarse en torno al río que le da nombre e inspira su ser, tres etapas con un perfil quebrado que presentan un final en ligera cuesta para el primer día (la icónica Plaza de Armas de la hermosa Hondarribia) previo ascenso al Jaizkibel, un final mucho más exigente en el Valle del Baztán, 3,6 kilómetros a una media superior al 9% tras otros dos pasos de montaña previos y la cada vez más característica etapa final de corto kilometraje y cinco pasos montañosos, el último de ellos Erlaitz.
Ramón Fernández, Álex García, Arnau Gilabert, Raúl López, Sebastiano Minoia, Andrea Montoli y Pablo Uria componen el ‘siete’ con el que la estructura sub23 de la Fundación Contador afrontará una prueba en la que defiende el dorsal 1 tras la obtención de la txapela por parte de Davide Piganzoli, con Fernando Tercero también presente en el podio. El antecedente pone el techo muy alto, pero las ganas siempre son máximas. Diecisiete escuadras en liza, diez de ellas vascas y navarras, cuatro del resto de España, una formación francesa, otra belga y otra italiana, compondrán un pelotón de mucho nivel.
Las etapas.
4 de mayo: Irún-Hondarribia (130,4 km).
5 de mayo: Hendaya – Bagordi (129,1 km).
6 de mayo: Irún – Irún (74,3 km).
[? Unai Demi ]