Raúl López Franco: “No me importa dejarme la piel por un compañero, cuando gana un compañero ganamos todos”

Una de las dos caras nuevas que llegan desde el Caja Rural-Alea de cara a la temporada 2023 es el aragonés Raúl López Franco (12 de diciembre de 2001). El de Zaragoza encarará en un nuevo destino su último año en una categoría sub23 a la que llegó en una campaña atípica: la de la pandemia.

“Toda mi etapa como sub23 la había hecho con Caja Rural, tres años muy bonitos, pero pensaba que un pequeño cambio de aires podría ser interesante, a veces el cuerpo te invita a encarar ese paso”, comenta. López, con paso en la categoría júnior por la estructura de la Fundación Lintxu, desembarcó en el conjunto navarro tras haber concretado dos victorias y hasta catorce posiciones dentro del top-5 en el calendario vasco juvenil del año 2019.

López es otro ejemplo de ciclista que ha sido capaz de compaginar sus estudios con la actividad competitiva. “Mis padres siempre me han apoyado con la bicicleta, pero con la premisa de que los estudios eran innegociables. Ahora mismo estoy cursando el último año de Ingeniería Informática. Poco a poco, pero lo importante es seguir con ello. Con un poco de organización, aunque en ocasiones no es fácil, todo se puede sacar”, explica.

López llegó al mundo de la competición ciclista gracias a una excursión paterna en los Pirineos. José, el progenitor, disfrutó de una experiencia con las ruedas gordas por ese macizo montañoso de la que salió encantado. La bici llegó a casa y así, poco a poco, fueron enganchándose sus hijos. “Primero fue Miguel, mi hermano, el que probó la BTT, comenzó a competir y pasó a la carretera. Yo lo ví, me gustó y seguí sus pasos. Comencé en Escuelas, como alevín, y hasta el día de hoy, once años”.

Como ciclista, López destaca dos puntos: “Me encantan las vueltas por etapas, es un universo que me encanta. Y dentro de estas, las jornadas más montañosas o las jornadas con subidas. Como corredor soy ligero, pero soy de Zaragoza y aquí la orografía es plana. Desde un prisma más humano soy una persona que me llevo bien con todo el mundo, no tengo ningún problema en echar una mano a mis compañeros. No me importa en absoluto dejarme la piel por un compañero. Cuando gana uno, ganamos todos”.

¿Qué esperas de cara a la temporada 2023? “Lo primero, disfrutar muchísimo, que es lo importante. Desde fuera el EOLO-KOMETA sub23 es muy profesional. Es como un equipo profesional, pero en la categoría amateur. Y tengo muchas ganas de conocerlo y disfrutarlo. Por supuesto me encantaría poder correr en pruebas como el Giro del Valle d´Aosta o el Giro U23. Y, claro, ojalá pudiera llegar una victoria o ayudar a los compañeros a lograr bonitas victorias”.

En la plantilla se reencontrará con el asturiano Pablo Uría, aunque tiene mucha amistad con ciclistas que han pasado bien por el sub23 la Fundación como Arturo Grávalos o por la estructura júnior, como Lucas Guillermo. “Pablo y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. De la categoría juvenil tengo la espinita clavada, siempre la recuerdo, de una carrera que me ganó en el País Vasco en septiembre de 2019, creo que era un campeonato alavés en Barambio, que acababa en la cima de Garrastatxu”.