Andrea Montoli: “La Fundación me ofrece un buen camino hacia el profesionalismo”
Uno de los grandes nombres del panorama juvenil italiano afrontará su primera campaña en una nueva categoría en la estructura sub23 de la Fundación Contador. Andrea Montoli deja de ser un júnior y lo hará en otro país, en otra cultura. A comienzos de septiembre se impuso en el Campeonato Italiano de su categoría, un título que en su club no lograban desde 1972. También lograría el Trofeo Buffoni, cita muy prestigiosa que de igual manera pudo celebrarse en un contexto competitivo condicionado por la pandemia. “Estoy muy contento por haber tomado esta decisión. La Fundación me ofrece un camino muy bueno hacia el profesionalismo”, sintetiza.
El ciclista de Parabiago (2002), población cercana a Milán, llega a la Fundación desde el Club Ciclistico Canturino 1902 y es consciente de que el movimiento puede sorprender. “Sé que no es normal ni tampoco es fácil. Primero porque afronto mi primer año en la categoría y porque llegas a una nueva categoría en la que vas a competir contra chicos mayores que tú, con más experiencia. Es una gran dificultad, más aún por ser en otro país, pero estoy convencido de que aprenderé mucho con esta experiencia. Tenía muchísimo interés en poder conocer otra realidad de este deporte y esta oportunidad lo permite”.
Montoli, uno de los corredores de la temporada juvenil en Italia, acaso haya sido un poco más protagonista por la historia que le acompaña. Hace tres años, cuando tenía 15, le diagnosticaron un linfoma de Hodgkin. “Han sido los momentos más difíciles de mi vida. Un día estás con tus amigos, la vida es maravillosa, y al otro no sabes qué va a pasar. Te tienes que operar, eres joven y estás confuso. La operación, el tratamiento… Con determinación y coraje superé ese momento. No fue fácil, pero lo logré. Y ese mensaje quiero que llegue a todo el mundo. Hace tres años no podía hacer ni veinte kilómetros sobre la bici. Nunca hubiera podido imaginar que ganaría los Nacionales apenas tres años después”.
La llegada de Montoli al futuro EOLO-KOMETA Cycling Team se comienza a fraguar hace un año. “En la Canturino tenemos el apoyo de Kometa y hay muy buena relación. Ya en 2019 surgió esta posibilidad, Ivan Basso me habló de su interés y de todo el proyecto. Sin presión, sin fechas concretas. Tras ganar el Nazionale tanto Dario Andriotto como Ivan me llamaron para decirme que me quería. Y la verdad era algo que no podía no aceptar”.
El corredor lombardo se define como ‘un passista veloce’ al que le van bien las subidas no muy largas. “Me gusta la escalada, más que las grandes volatas. Las volatas me dan más respeto. Un sprint más reducido sí es un contexto en el que me desenvuelvo mejor. Si comparamos perfiles de carrera, posiblemente me decantaría más por una Lieja-Bastoña-Lieja que por una Milano-Sanremo. Pero ambas son carreras con las que sueño. Con las que sueña cualquier chico que compite en bicicleta. Todos los que competimos tenemos esos mismos sueños de lograr grandes victorias en las pruebas más importantes. “Uno de mis abuelos, mi padre también, son grandes apasionados de este deporte. Un día, viendo una etapa del Tour de Francia, le dije a mi madre quiero hacer ciclismo. Y ahí comenzó todo. No había una razón como tal. Cuando eres niño siempre juegas y pruebas varios deportes. Elegí el ciclismo, en 2008, porque era el deporte que llevo en el corazón”.