Alejandro Ropero, sexto en una jornada de locura por las carreteras de la comarca de Sayago
XXXVI Vuelta Ciclista a Zamora
Etapa 2: Muga de Sayago – Cabañas de Sayago (141 km)
Entre Muga de Sayago y Cabaños de Sayago, calor y mil fugas. Una segunda etapa de la Vuelta a Zamora caracterizada por numerosos escarceos y múltiples alternativas tras la que unas setenta unidades, con los seis corredores del Kometa Cycling Team en vanguardia, se jugarían la victoria parcial. El argentino Tomas Contte (Mutua-Levante) se impondría en un sprint donde Alejandro Ropero firmaba la sexta plaza. Una llegada técnica que llegaba tras un pequeño descenso. El puestómetro situaba de líder a Álex Jaime, el primero de una general donde cinco corredores de la Fundación Alberto Contador permanecen entre los diez primeros.
Alejandro Regueiro y Joan Martín Bennassar se involucraron en la pelea por coger fugas en diferentes momentos del desarrollo de la carrera. El gallego formaría parte de la primera gran escapada que logró consolidarse con cierta estabilidad y el balear, en una labor donde también actuó con presteza el riojano Arturo Grávalos, fue fundamental para echar abajo una fuga peligrosa y también dejó patentes sus aptitudes rodaduras con un movimiento en el último tercio de la prueba. “Por lo menos lo hemos intentado”, apunta Bennassar.
“Ha sido una etapa bastante loca. Ningún equipo se impuso en el control del pelotón. Por lo menos logramos contar con Regueiro en la fuga para lograr algo de tranquilidad detrás. El equipo ha estado genial hoy: ha respondido a todos los cortes que se hacían por detrás y hemos tenido mucha presencia durante la carrera. Lo más importante es que estemos en la pelea de la general de cara a estos tres días que restan”, explica por su parte Alejandro Ropero.
Rafa Díaz Justo, director del Kometa Cycling Team: “Ha sido una auténtica locura de día. Desde el kilómetro 0 ha carecido de estabilidad, todo el rato había movimientos. Una fuga detrás de otra, sin parar. Regueiro nos dio representación en la primera fuga grande, en la que había corredores peligrosos, pero también faltaban miembros de varios equipos. Eso generó trabajo detrás. A falta de treinta kilómetros sí nos preocupamos con una fuga que estaba logrando una renta cercana a los dos minutos. Mandé atacar en el último puerto del día a Bennassar y a Arturo y se formó un grupito con los más fuertes de la carrera donde también estaba Ropero. Entre todos lograron prácticamente echar abajo esa fuga, pero detrás Caja Rural trabajó con mucha insistencia en el pelotón y, casi sin querer, prácticamente se juntaron todos los grupitos”.
De cara a la etapa de este jueves, tercera fracción de la Vuelta a Zamora, un recorrido de 135,5 kilómetros entre San Mamed y Rabanales con muchas subidas no puntuables en el mismo y dos altos, Vega de Nuez y Viñas, dentro de los últimos 30 kilómetros. “Este jueves toca una etapa dura, dura, dura y vamos a saber quién no gana esta Vuelta”, apunta Díaz Justo.