Giro de Lombardía: Fortunato, qué pena. Bais y Fancellu: ¡bravo!
Giro di Lombardia (1.UWT)
Bergamo-Como (253 km)
Esta no es una carrera como cualquier otra, no. Es un monumento del ciclismo, y como todos los monumentos es algo que hay que admirar, respetar y defender. El Giro de Lombardía, un Giro de Lombardía lleno de cosas que contar: La victoria de Pogacar, la última carrera de Nibali y Valverde (hablando de monumentos…), gente festejando en las subidas de Ghisallo y San Fermo.
¿Y nosotros? El EOLO-KOMETA apostaba todo por Fortunato, alguien que había ido fuerte el año pasado en Lombardía y que tenía las piernas para repetir. Por desgracia, pero así es el ciclismo, la mala suerte decidió arruinar los planes haciéndole caer en la bajada antes de la Forcella di Bura: un mal golpe,un susto grande y traslado al hospital para revisiones. Se acabó la carrera y el sueño.
Sin embargo, todavía había una forma de hacer nuestra carrera. Y de que manera. Porque Davide Bais estuvo espléndido cogiendo la escapada del día y luchando como un león para intentar llevarla lo más lejos posible. Y no, no fue fácil. «No, al contrario», dijo, agotado, en la meta, «porque mucha gente quería ir en la escapada y porque el grupo empezó muy fuerte enseguida. Una vez que estábamos en la escapada, el deseo era permanecer allí el mayor tiempo posible, así que lo dimos todo. Hacer estas carreras es emocionante, es genial correr entre tantos aficionados y sabía que muchos de mis amigos en casa me estaban viendo, así que también corrí por ellos. Lástima por Fortunato, en mi opinión podría haber estado entre los primeros».
Y entre los primeros, lo intentó Alessandro Fancellu, que nunca se despegó del grupo principal y se mantuvo pegado a los mejores hasta la última subida. «Estoy medio contento -son sus palabras- porque al final me hubiera gustado quedarme delante un poco más: pero no podía más, y en Civiglio he levantado la bandera blanca. Sin embargo, me queda la satisfacción de haber terminado bien en una carrera tan larga y dura que nunca había hecho: fue bonito subir el Ghisallo que parecía un estadio. Ahora a recuperar, y espero cerrar bien esta temporada con las carreras en el Véneto».
Maurizio Borserini