La caída de Francesco Gavazzi amarga el esperado debut del EOLO-KOMETA en Italia
58º Trofeo Laigueglia
Laigueglia-Laigueglia (202 km)
Una buena dosis de mala suerte para comenzar. La mala fortuna apareci inmediatamente, inesperada y maldita, para arruinar los planes del EOLO-KOMETA en su debut en suelo italiano, concretado este miércoles en el Trofeo Laigueglia. Francesco Gavazzi era el corredor designado para capitanear la jornada y llegar en las mejores condiciones a la lucha por la victoria al final. Pero la mala suerte hizo de las suyas. Ésta se materializó a los pocos kilómetros de la salida (unos 25) con una mala caída en la que se vio envuelto nuestro Gavazzi, quien acabó en el suelo y se vio obligado a abandonar la carrera con abrasiones, laceraciones y alguna contusión en su costado izquierdo.
Un jarro de agua fría para todo el equipo, que se vio inmediatamente obligado a cambiar de planes durante la carrera. Un buen día, en cambio, para John Archibald: pudo entrar en la primera escapada del día formada por 12 corredores. El escocés del EOLO-KOMETA acabó fagocitado por el pelotón antes de entrar en el circuito final que los corredores repitieron cuatro veces.
En las ásperas pendientes de Colla Micheri, entonces, la carrera literalmente explotó con los grandes nombres – Bernal, Ciccone, Mollema, Nibali… en una lucha sin cuartel que dio vida a una serie de bonitos duelos que premiaron a Bauke Mollema gracias a una espléndida acción en solitario iniciada a 15 km del final. Fue el holandés del Trek Segafredo quien triunfó, por delante de Bernal y Vansevenant.
El primer hombre del EOLO-KOMETA en pasar bajo la pancarta de la meta fue Vincenzo Albanese, 44º, a 5’57» del ganador. Ahora toda la atención del equipo se centra en los dos próximos compromisos: El sábado en la Strade Bianche, debut del equipo en una carrera WorldTour, y el domingo en el GP Industria e Artigianato de Larciano.
John Archibald: “El objetivo del día tanto para Marton Dina como para mí era entrar en las escapadas y repartirnos ese trabajo. Conseguí entrar en la escapada, pero las carreteras eran realmente muy estrechas y no era nada sencillo mantenerse juntos. Formamos un grupo de doce ciclistas y cuando arrancó la primera subida cogimos un poco de ventaja. Luego, en el descenso pude ir bien y rodar a una buena velocidad, aumentando aún más la ventaja. Después de la bajada, el cansancio empezó a notarse, me alcanzó y superó. Al final, puedo decir que estoy satisfecho con mi día: He pedaleado bien, he conseguido meterme en una escapada y creo que los espectadores han tenido la oportunidad de ver el maillot del equipo EOLO-KOMETA”.
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