Stefano Oldani y Márton Dina, en la pelea por los títulos nacionales de Italia y Hungría

Italia, los campeonatos nacionales sub23 que organizaban en la localidad toscana de Corsanico, acogieron a la otra gran representación de corredores del Kometa Cycling Team que se ponían un dorsal este fin de semana. Stefano Oldani fue uno de los grandes protagonistas del Campìonato Italiano U23, celebrado sobre un trazado de 153,9 kilómetros plagado de dificultades orográficas.

Oldani formó parte de la vanguardia de la carrera ya en la primera fuga, numerosa, hasta 37 corredores, que se formó en el primer descenso del Monte Pitoro. Después, estuvo atento a los diferentes cortes que se formaron en ascensiones posteriores a Pedona y Monte Magno, incluso en alguno de ellos co la compañía del corredor del Kometa Cycling Team sub23 Alessandro Fancellu.

El lombardo, undécimo en meta, sería uno de los primeros en generar una reacción tras el ataque de Marco Frigo a 40 kilómetros del final, un movimiento que acabó siendo definitivo y que le valió el oro al corredor del Zalf. “La de este domingo fue una clásica carrera de esta categoría, loca, nunca controlada. Estoy muy agradecido al trabajo de los compañeros, que me ayudaron mucho. Fancellu hizo un gran trabajo. Al final se produjeron muchos ataques y no pude cerrarlos todos”, explica Olda.

En Hungría, por su lado, Márton Dina tuvo por delante varias jornadas de intensa competición. En la prueba cronometrada concluyó el quinto, mientras que en la prueba de ruta finalizó el 26º, una prueba en fondo en carretera donde el oro se lo colgó  Szarka Gergely. El de Budapest, además, tomó parte en los Nacionales de bicicleta de montaña, donde concluyó quinto y sumó puntos UCI de cara a la presencia olímpica.

“No ha sido mi mejor fin de semana”, bromea Dina. “La crono fue un ejercicio de 50 minutos de sufrimiento. Creo que necesito mejorar un poco muy posición porque  se me acababa adormeciendo la pierna izquierda. El sábado, en la bici de montaña, me sentía muy bien, pero me tomé los descensos con mucho cuidado y sin presión para evitar problemas y caídas. Este domingo lo intenté absolutamente todo. Ataqué cien veces, montamos una persecución junto a  Valter Attila y Barnabas Peak para echar abajo una fuga y en el momento de los fuegos artificiales no pude estar en el movimiento decisivo y perdí la carrera. No pude hacer más en una carrera tan llana como ésta. El ganador corría en un equipo que partió con once corredores”.