Stefano Oldani concluye séptimo en Esztergom, donde Márton Dina se mantiene como el primer húngaro de la general
40º Vuelta a Hungría
Etapa 1: Velence-Esztergom (194 km)
Muy bien colocado en el curveo previo a los últimos 200 metros de recta que iban a morir a los pies de la majestuosa catedral de San Adalberto, entre los cinco primeros, Stefano Oldani volvió a ser protagonista una vez más en la pelea por la primera victoria para el Kometa Cycling Team esta campaña. El italiano acabó finalmente séptimo en una llegada masiva donde su compatriota Manuele Belletti, actual campeón de la prueba, impuso su experiencia y su punta de velocidad. La formación continental de la Fundación Alberto Contador salvó un momento complicado, un pinchazo de Juan Pedro López en los primeros compases de la segunda y última subida a Dobogoko, y prolongó su presencia en el podio de la mano de Márton Dina, por segunda jornada el primer ciclista húngaro de la clasificación.
Oldani fue el primero de los ciclistas de un Kometa muy atento a las evoluciones de esta primera etapa en línea de la Vuelta a Hungría en la que hasta cuatro corredores (Oldani, Márton Dina, Juan Pedro López y Diego Pablo Sevilla) llegaron en el grupo de unas cuarenta unidades que encaró el último kilómetro, un grupo que se partió en dos en un pequeño repecho, si bien los jueces no aplicarían ningún corte de tiempo. “He intentado anticiparme un poco, pero el empedrado del final me resultó muy áspero”, sintetiza Olda. El italiano, a 9 segundos, es décimo en una general donde Manuele Belletti asciende al liderato. Márton Dina ocupa la undécima plaza, a 11. Decimocuarto es Diego Pablo Sevilla y una plaza después se encuentra Juan Pedro López, ambos a 12. Cuatro ciclistas del Kometa se mantienen entre los veinte primeros.
Se preveía que la subida a Dobogoko acogiera el punto caliente de la primera etapa en línea de la ronda magiar y así sucedió. Una ascensión no excesivamente exigente por sí misma pero susceptible de provocar situaciones de peligro ante altas velocidades dados sus casi doce kilómetros de subida a una media en torno al 3,5%. La fuga del día, Jon Bozic, Krisztian Lovassy y Balasz Rozsa, se seleccionó en el primero de los dos pasos por este puerto de montaña, donde coronó en solitario Bozic con más de seis minutos de margen. Antes del segundo paso, después de un intenso trabajo del equipo continental profesional italiano Androni, la escapada era historia. Hasta el punto caliente del miércoles, el Kometa rodó muy agrupado en torno a sus hombres fuertes, protegiéndoles, con un efectivo Daniel Viegas en ese rol.
Juan Pedro López sufriría un pinchazo en los primeros compases de la ascensión y se vio obligado a echarse a un lado en la estrecha y sombría subida, aunque el sevillano lograría retornar al grupo principal bien escoltado por Diego Pablo Sevilla. “Ha sido un buen calentón”, valora López. “Lo importante, que se solventó el problema. En el Androni y en el Neri Sottoli marcaron un ritmo muy alegre, han querido hacer una buena limpia de cara al sprint”, aporta Sevilla. Ambos lograrían coronar dentro de un grupo principal que había perdido muchas unidades ante el fuerte ritmo impuesto.
Jesús Hernández, director deportivo del Kometa Cycling Team: “Lo fundamental de este segundo día de carrera era salvarlo sin contratiempos y estar en la pelea de la etapa. Y hemos logrado las dos cosas. Hemos tenido un momento tenso con el pinchazo de Juan Pedro en la última subida, pero se ha resuelto muy bien. Y Stefano ha vuelto demostrar ese olfato especial que tiene para moverse en los preparativos de la llegada. Estoy muy contento con el trabajo de todos los chicos. Viegas y Puppio, con una labor de esa que no se ve, han cuajado una etapa fabulosa”.
De cara a este jueves el pelotón de la ronda magiar tendrá que gestionar los 201 kilómetros que separan Balassagyarmat de Miskolc. La etapa más larga de la presente edición de la Vuelta a Hungría presenta un diseño complejo por la presencia de dos de los tres altos puntuables previstos dentro de los últimos ochenta kilómetros. Una etapa con un diseño parecido al de este miércoles dada la distancia del Bukkszentkereszt, la última dificultad orográfica del día, a la línea de meta: menos de treinta kilómetros que prometen ser vertiginosos.