Jesús Hernández: “La gente nos felicita, el Polartec-Kometa ha dado una imagen muy buena toda la temporada”

Después de catorce años como corredor profesional, con cinco equipos en el currículum y muchas peripecias, esta temporada Jesús Hernández (1981) cambió su rol para pasar a dirigir el nuevo Polartec-Kometa continental. Sin pausa, del manillar al volante. Y sin tiempo para morriñas. “¿Si echo de menos la bici? Es una pregunta que este año me han hecho un millón de veces”, sonríe. “La verdad es que no, no la echo de menos. He dejado el ciclismo cuando yo quise, y con muchas ganas de hacerme cargo de un proyecto nuevo, que me gusta y me motiva.  Me encanta mi trabajo. ¡Me hecho todo el calendario! Me encanta esta vida, el viajar, el estar en las carreras, el estar con los corredores… La bici no la echo de menos. La disfruto, sigo montando, pero sin obligaciones. ¡No he cogido peso y si puedo no lo voy a coger!”, bromea.

Un director novel para un proyecto novel…

Ha sido un gran año. Tenemos un grupo de trabajo sobresaliente, magnífico. A todos los niveles.  He pasado de estar catorce años dirigido a ser yo el que dirige y organiza; en eso, en la gestión, sí estaba más perdido al principio; es lo que tal vez más me haya costado. En las primeras semanas de vida del proyecto yo les decía a todos que tuvieran paciencia conmigo, que también era nuevo, que también estaba aprendiendo, que por supuesto también me puedo equivocar… Y tener a tu lado gente con más experiencia que te da buenos consejos, como Félix García Casas, siempre ayuda.

Que hayas sido  hasta el curso pasado ciclista profesional te aporta una empatía con los corredores que es muy valiosa, muy importante, muy necesaria…

Desde el coche, es verdad, todo se ve más fácil. Ante algunas situaciones de carrera, antes de hablar, recordaba las particularidades de algunos momentos… Comprendes cuando un corredor te dice que no ha podido más, que iba muerto, que no tuvo su día… También en la dirección contraria, con una mirada le calarías si te cuenta una milonga. No se ha dado este caso. Lo bueno de trabajar con gente joven es que son esponjas, te hacen caso, escuchan… ¡Qué le vas a decir a un WorldTour! ¡Qué le vas a enseñar! Nada. Hemos tenido un grupo magnífico, que siempre hizo lo que les he pedido. No ha habido un día en el que no lo hayan hecho, otra cosa es que andaran más o menos

Después del Movistar Team WorldTour, el Polartec-Kometa continental es la segunda formación española con más victorias de la temporada, con diez. ¿Qué balance haces de este primer curso?

Para hacer una valoración de la temporada creo que nos tenemos que comparar con otros equipos continentales de nuestro nivel y con nuestra filosofía. Equipos con corredores jóvenes, con una media de 21 o 22 años… En este sentido estamos muy contentos. Y sobre todo por la imagen. Más allá de las victorias, por la imagen. Está claro que los triunfos ayudan mucho de cara a la imagen exterior del equipo. Pero muchos días no se ha podido ganar, en carreras como en Burgos o en Hungría, y sin embargo se ha dejado una gran imagen. Una imagen de equipo grande. Es algo que valoro, con lo que me quedo. La gente habla muy bien del equipo más allá de las victorias de Matteo Moschetti o Kevin Inkelaar; lo hace por su imagen, por su seriedad, por el hecho de que no es un equipo que corre desperdigado cada uno a su rollo en un lado del pelotón, no; es un equipo que corre junto, con esa disciplina que intentamos transmitirles… Que los chavales, cuando salten al WorldTour, sepan cómo es la disciplina en un equipo grande, el hecho de que hay que estar delante, de que hay que correr juntos, que tienes que cumplir con las ordenes del equipo y que tu rol puede variar en función de la etapa… La gente nos felicita; el equipo ha tenido una imagen muy buena de cara al exterior durante toda la temporada.

Pero la importancia de los resultados, sobre todo mediática, acaba siendo innegable…

Sí, por supuesto, y vivimos de los resultados. Es verdad. Los primeros que te los piden los sponsors y yo el primero como el director. Pero muchas veces también vale más una buena imagen en televisión, o de cara al exterior, que una victoria. Ganar es muy difícil. No es tanto una cuestión de actitud, es la suerte. Muchas veces no hemos ganado cuando era muy factible, por qué no. El último día en la Vuelta a Hungría, por ejemplo, Matteo lo tenía muy bien y una caída cerca de meta condicionó el sprint… De 200 que salen sólo gana uno. Y cada día pasan cosas, imprevistos que no controlas… Más que las victorias, que también es verdad que ayudan, como decía antes, me quedo con la imagen.

De competir en el WorldTour a ser director continental… ¿Cómo ves el ciclismo con esa amalgama de estructuras deportivas que cohabitan a diferentes niveles? ¿Con esa disparidad, esa convivencia entre diferentes estructuras en algunas carreras  que, desde la óptica de un equipo continental, pueden condicionar una actuación, te impone adaptarte a una a forma de correr impuesta por los más fuertes…?

Antes de competir lo primero que hago es ver el nivel de la carrera. Si hay equipos WorldTour ya sé cual el rol que voy a tener en la carrera. Si no los hay, será totalmente diferente. Si los hay, el objetivo es dejarse ver. Si no, salir a ganar. Hemos tenido suerte como se ganó en la Vuelta a Burgos. Un día maravilloso. Pero no es lo normal. Lo normal es dejarse ver, buscar fugas, disputar las clasificaciones secundarias,… Y en este sentido creo que cuando tu plantilla es muy joven hay que equilibrar el calendario, como hemos hecho este año. Ir tanto a carreras con WorldTour como sin WorldTour. Porque tenemos gente joven que también necesita disputar carreras, salir a ganar, no sólo ir a una prueba a buscar una escapada. Correr con WorldTour está muy bien para que los chicos vean el nivel que hay de verdad. Tampoco tiene que ser siempre.

Una alternancia positiva…

Efectivamente. Si solo haces carreras con continentales, no vas a ver la realidad de lo que es correr con profesionales, el calendario del WorldTour. Gente como Matteo Moschetti ya ha visto que en una carrera como Burgos puede ganar a ciclistas de la categoría WorldTour, y eso es positivo para él. Gente joven que estaba en Burgos, como Juanpe, ya han visto cómo se anda, que cualquier corredor del WorldTour será posiblemente de los que más ande en un equipo continental. Está muy bien para que también sean conscientes de que no se pueden relajar. Un equipo continental es un paso, no es una meta, jamás puede serlo. Tienen que ver que hay un nivel más al suyo. Si nos centrásemos en un calendario continental muchos pensarían que ya han llegado a su meta. Y no. Tienen que ser conscientes de ese nivel superior y su ambición debe ser llegar ahí. Este, en ese sentido, es un equipo de paso.

… Por ahora.

Sí, claro, por ahora (sonríe). Pero está muy bien que vean y sean conscientes de esa idea, la del equipo de paso. Y que ellos no son tan buenos como puedan creerse aún. Que se entienda la idea: el más malo de otro equipo anda más que tú. Por eso esa alternancia de pruebas es positiva. A mí el primero como director me gusta salir y decirles en la reunión del autobús: vamos a luchar por ganar. Pero también correr con Valverde, con Froome…

¿Qué momento ha sido el mejor de la temporada?

Creo que la primera victoria, en Turquía, por inesperada, Matteo no llegaba bien a esa carrera, el equipo era un recién nacido… Y por supuesto la victoria de etapa en Burgos.  Ganar en Burgos… ¡buf!. Siempre les digo que hay que trabajar por ganar, pero que es muy difícil. Cuando me confirmaron por radio vuelta que Moschetti había ganado en Castrojeriz hasta me entraron ganas de llorar de la alegría. ¡Nadie lo esperaba!

Aunque eres una persona muy positiva, también se habrá pasado algún ‘peor’ momento, algún momento negativo…

Negativo, no, ninguno. A lo mejor… sí quedarme con un mal sabor de boca. El no ganar una etapa en el Giro Baby con Matteo, donde estuvimos cerca pero se puso enfermo y tuvo que abandonar justo con una etapa por delante que le iba genial, después de haber estado cerca días atrás e incluso haber hecho un segundo un día. En el Giro estuvimos todos los días muy activos, una imagen fantástica, siendo todos los días protagonistas,… En el coche le decía a mi segundo ‘no ha habido día en el que no nos hayan mentado por radiovuelta’. Ni un día. Eso es algo positivo. Y más en una carrera como el Giro Baby. Pero no se ganó esa etapa… y acaso es el pero que le puedo sacar, pero decepción no.

¿Podemos confirmar alguna prueba del calendario?

Como director quiero equilibrar carreras continentales y carreras WorldTour. Y también sí me gustaría hacer alguna prueba más en España, con WorldTour, citas no extremadamente exigentes, con buen nivel…. Pero van a seguir manteniéndose objetivos grandes como el Giro de Aosta, el Giro Baby o la Vuelta a Hungría, que son objetivos alcanzables, realistas, muy importantes…  Y lo que venga, bienvenido. Tenemos corredores con una media de 20, 21 años, que un día puede estar delante con WorldTour, pero lo normal no es que sea así ni todos los días… Me encantaría ir a darme de palos contra equipos WorldTour. Par mí sería lo más fácil, ese calendario, pero a nivel de resultados no tendríamos nada. Y a nivel formativo no sería lo mejor.

¿Trek-Segafredo, equipo del que Polartec-Kometa es formación de desarrollo, impone algún tipo de calendario?

No, solo se hablo en su momento algo de EE UU si el equipo no podía ir por ejemplo al Tour de Utah… No hay un calendario que nos hayan dicho ‘haz esta prueba o aquella’, pero sí me consta que a Luca Guercilena le gusta que estemos en Aosta o en el Giro, porque son carreras bonitas, duras, donde hay un gran el nivel. Allí se aprecian muchas cosas.

Por hablar de dos nombres propios. De cara a 2019 salta al WorldTour Matteo Moschetti, quien ha firmado nueve de las diez victorias del equipo, y se queda tras ser stagiaire en la recta final del curso Stefano Oldani…

Matteo, además de un gran chico, es un corredor increíble. Ha sido una gozada tenerlo en el equipo y estoy seguro de que le van a ir muy bien las cosas. Oldani es un corredor muy interesante: es muy rápido, es muy valiente, maneja la bicicleta muy bien… Llegó nuevo al equipo y se convirtió rápido en el último hombre de Matteo, pues ya se conocían del Colpack.  Muy habilidoso, se defiende solo en el pelotón. Es muy rápido, aunque no es un sprinter puro. Tiene una actitud valiente, tiene ganas de agradar, es un corredor que nos puede resolver muchos días. Va a ser una pieza muy importante en el equipo.